Supiste armarme la vida como un juego de muñecas
en nuestra casa blanca, luminosa de alegrías
Blanca blanca blanca como tu piel de luna
y la brillante luz de tus ojos de estrellas
En las noches se huele un aroma de fresias
y en los días, tu alma, en silencio me acuna
En cada baldosa roja, en cada cuarto y su calma
En cada baldosa roja, en cada cuarto y su calma
los recuerdos, despacio, van dejando tu huella
Y en el aire limpio de las mañanas breves
bien cerrados mis ojos, te recuerdo,
tan bella
claudia de angelis
fotografía, mamá y mi hermana
blog de escritos, poesías y poemas por claudia