Las manos que me acariciaban
siempre decían adiós
no se la razón de ese destino
de vivir entre el adiós
y vuelos de mariposas
Los amores distantes
yendo y viniendo
yo, plantada en esta tierra
que habito
por amor me desespero
sea lo que fuera
en el vaivén de vientos
molinos y veletas
trazan el itinerario de los meses
sólo se llevar la cuenta en soles y lunas:
una flor doblándose
en la curva de la tarde
y mis certezas
Tú, qué esperas?
Lourdes Sarmento - Molinos y veletas (Rituais do desejo)
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